martes, 4 de diciembre de 2012

Nuestros Monólogos

Aqui van nuestros primeros monólogos interiores... No prometemos nada con ellos...


Verdemoco, platiazulado,
y rojo también: signos coloreados. Límites de lo extraño. Pero añade: en los
cuerpos como cr7. Luego se dio cuenta de aquellos cuerpos antes que de aquellos coloreados.
¿Cómo? Lomo.
Tranquilo. Calvo, maestro de la filosofía. Límite de lo diabólico en. ¿Por qué en?
Diabólico, muy diabólico. Si puedes meter los cinco dedos es una caja, si no una
puerta. Cierra los ojos y ve monstruos. Si, muchos monstruos un poco vistos ya.
Stejaime cerró los ojos para oír cómo las botas estrujaban la recrujiente ovabuba y
las conchas y cr7 cantaba así: eaeaeaeaeaeasi cantaba así así, así cantaba así así, así cantaba que ya te vi. Estás andando sobre esto tranquilamente en cualquier locura marciana. Lo
estoy.



                                                                                 Yago García





Un espacio muy corto de tiempo a través de tiempos muy cortos de espacio. Venga, que ya te vimos.
Cinco, seis: el Nacheinanderhummels. Exactamente: y ésa es
la ineluctable modalidad de lo audible. Abre los ojines que aun no me viste. No. ¡Jesús, María y Josu Jaime ¡Si cayera por
un acantiladine que se adentra sobre su base, cayera por el Strujembaghen
ineluctablemente! Me voy acostumbrando bastante bien a la oscuridad. Mi
espada de fresno (ooh, de fresnokhle) cuelga a mi lado. Bordonea con ella: ellos lo hacen. Mis dos
pies en sus botas en los extremos de sus piernas, nebeneinandersquirtle. Suena sólido:
forjado por el mazo de Los demiurgos. ¿Acaso voy andando hacia la eternidad
por la playa de Sandymountainerestú? Estruja, recruje, rac, ric, rac, surucucú. Dinero del mar
salvaje y de los tiburones de agua dulce. Maese Deasy sundae conyóscelos bien.



                                                                               Guillermo Pena





¡Ay, qué bien! ¡Qué agustito estoy aquí sintiendo el agua calentita sobre la cara! ¡Quién compraría este jabón? Pica…Ya están esos ahí discutiendo de la dichosa jugadita. Se creen ellos que se va a ganar siempre. Eso sí, lo del árbitro no puede ser. ¿Por qué me saca una tarjeta roja? Yo hice lo que tenía que hacer. No voy a dejar que le digan a mi amigo “negro de m…” ¡Que se cree él! Está más blanco que la leche y tiene la cara a tres colores. Pues no, si tengo razón no me callo. Lo peor es que ahora no puedo jugar la semana que viene. Pero vamos a ver,¿dónde habré puesto las chanclas? Seguro que me las cogió Oscar despitado ¡Qué poca cabeza tiene ese chaval!..... ¡Ya lo sabía, ya perdí el bus! Bah.. ya estará mi madre por ahí arreglando el mundo… si no ….!



                                                                                 Álvaro López





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